San Esteban del Molar - Zamora

Jorge Fernández se metió a buscar la paja en el ojo ajeno y de paso encubrir la viga en el suyo.

Una chapuza patriotera de este patriota chapucero que no se había encomendado a San Josemaría y se había substraído a su ángel de la guarda, porque de lo contrario Josema es más flojo que San Cucufato y su ángel de la guarda estaba distraído o había cogido vacaciones sin dejar sustituto.

Se comprende que el Pequeño Nicolás fuera un usos múltiples, no pudo ser una joven promesa porque se tuvo que remangar siendo un pibe para arreglar dislates y resolver entuertos de los prebostes peperos.

Jorge Fernández es también un preboste espiritual, supernumerario del Opus Dei, donde el carisma espiritual se basa en la preeminencia.

Ya supimos como se las gastaba Jorge y así mismo de su catadura moral cuando las concertinas de la Valla de Melilla, para desangrar de manera despiadada a los desesperados que se la saltaran.Si del otro lado de la valla estaba Esteban Velázquez, cura jesuita, defendiendo a los desamparados; los de este lado tenían que haber vendido su alma al Diablo, ser unos desalmados o sencillamente dicen que están con Dios y viven con el Diablo.

Jorge Fernández es el descendiente espiritual de los ministros franquistas del Opus y heredero político del General Cuartelero.

De la misma manera que en el PP y el Gobierno dicen que el de la Soriasis fue un buen ministro de turismo, aunque fue un petrolero de la Repsol que puso un impuesto y tasas al Sol, ahora no se critica a don Jorge porque todos calzan los mismos zapatos, andan a los mismo y son de la misma calaña.

En el Opus Dei están calladitos esperando que con el tiempo se olvide o pierda fuerza el escándalo, porque ellos por lo suyo nunca se van a escandalizar.

Vaya asunto más celtibérico, con todos los respetos a los celtíberos.

¿Qué cuadra para este ganado?

Marcelo