San Esteban del Molar - Zamora

-¿Qué tal, Juancito, cómo te va?

Pues bien, porque en el futuro mejor no me voy a poner.

-¿ Qué opinas de la campaña electoral?

Ya no la sigo, me resulta pesada, aburrida y del mal gusto.

-Mira Juancito, los psicólogos dicen que no se corresponde la expresión no verbal de los candidatos con lo que dicen, vaya que no se lo creen ni ellos.

Todos sabemos que los políticos van a cambiar de sociedad, no a transformarla. No se necesita observarles como en una partida de poker para darnos cuenta que van a lo suyo y no les importamos nada.

-Los magos, ilusionistas y mentalistas han manifestado que la sonrisa de los políticos es falsa.

No hace falta acudir a la parapsicología para darnos cuenta que nos quieren engañar con sus promesas, son como aquellos tíos de culo veo culo quiero- antes de la llamada liberación- se decía de ellos que prometen, prometen, prometen hasta que la meten y después de haberla metido, todo lo que han querido, se olvidan de lo prometido.

-Pero vamos a ver, Juancito, no todos son iguales.

Ese es el error de base, lo que conduce a la gente a posicionarse por unos frente a los otros, cuando las cuatro fuerzas políticas mayoritarias están negociando a dos y tres bandas con los otros partidos, además tienen mayor interés por el pacto resultante para formar gobierno que por el propio resultado.

-No me jodas, Junacito, tenemos que conseguir que Mariano vuelva a casa por Navidad y se quede allí porque lo quieren más; y Albert Rivera, reencarnación del Rivera anterior, siga en la suya.

¿Y cómo se consigue eso?

-Votando a la izquierda.

La izquierda es materialista y de la misma manera que la materia es divisible en átomos, la izquierda se divide en corpúsculos.

-Lo tuyo, Juancito, no es nihilismo, es pesimismo y peor aún, derrotismo.

Alguien dijo que un pesimista es un optimista bien informado.

-Y a Gramsci se le atribuye la frase: frente al pesimismo de la razón, el optimismo de la voluntad.

Vale,como quieras.

-Mira, Juancito, qué se proponen los nordacas en Siria.

Expulsar a Bashar al-Ásad

-¿ Aunque sea el último que se vaya?

Y a los nordacas qué les importa.

Aaamigo