Mejorada - Toledo

Cuento porque así me lo han contado:
Que nuestro reciente primer edil, en la tierra elegido para pasar su tiempo de asueto veraniego, allá por el levante español, estaba obsesionado en contar, mejor dicho pregonar a sus conciudadanos (casualmente allí hospedados), las dificultades económicas de su nueva empresa o cargo. Tiempos dificiles los que economicamente se vive. Y eso que como reconoce, su predecesor en el cargo, sostuvo el deficit y controló la deuda, aunque "fuera a costa de no hacer nada". Le surge ahora la preocupación de como emprender nuevos impulsos populares (y sobre todo populistas) sin el respaldo de la hucha sin fondo que sus correligionarios ideológicos han dejado en el páis, comunidad y también diputación. ¿Acaso siente la preocupacción de que también él resultará calificado de "res nulius"? También es cierto de que su corte de voceros se ocupan y preocupan de magnificar cualquier oportunidad que se presenta, achacándola al buenhacer de la nueva y valiosa corporación elegida.
Como siempre el tiempo pondrá a cada uno en su lugar. ¡Ay si en nuestro país hubiera habido mas gente dedicada a controlar el gasto en lugar de derrochar, aunque fuera a costa de no hacer nada, sobbre todo si resulta superfluo!