San Bartolomé de la Torre - Huelva

Amargante pesadilla

Para millones de españoles, el mero hecho de despertarse otro día más y pensar que Zapatero sigue siendo presidente del Gobierno es como una pesadilla. La última imbecilidad cometida por el bondadoso ZP, y cómo no, a costa de nuestros depauperados bolsillos, ha sido la ampliación del aeropuerto de León, conociendo perfectamente que se encuentra entre los diez con menos tráfico de pasajeros. Concretamente, en el 2009, recibió un 22,7% menos de viajeros que en el 2008.

El aeródromo leonés continuará figuarando de manera destacada en el ranking de los más deficitarios, para terminar cayendo en la ruina total cuando el AVE llegue a León en el 2012, tal como está previsto. El incontrolable deseo de reconocimiento de nuestro primer mandatario alcanza tal magnitud, que nada le importa seguir derrochando dinero público a cambio de satisfacer su ego.

Lo que ya rompe con todos los esquemas del más elemental sentido común, digno de participar en su particular "galeria de las idioteces", es afirmar que "no hay en toda Europa ni una provincia ni una ciudad del tamaño de León que tenga un aeropuerto de estas caracteristicas". Totalmente normal señor Zapatero. A ningún dirigente con un dedo de frente y en su sano juicio, se le ocurriría cometer semejante despropósito.

Cualquiera de sus más de 600 asesores, debería recordarle a su jefe que en la última encuesta del CIS, organismo dependiente del Gobierno, el 78,4% de los encuestados opina que el paro es nuestro principal problema, y la confianza sobre la situación económica es del 70,3% entre mala y muy mala para los preguntados.

Lo que nos está ocurriendo supone un atentado contra la dignidad nacional comenzando por algunas de nuestros ministros y ministras actuales, que nadie puede entender como continúan en sus cargos. El país está pidiendo a gritos la convocatoria de elecciones generales anticipadas y que las urnas nos liberen de esta amargante pesadilla.

Es comprensible el terror presidencial ante la idea de ser apeado del poder. En cuanto le expulsen de la Moncloa, fuera le espera el mayor de los vacios y transcurrida una semana, solo le recordará su propia familia.

La perversidad de la "memoria histórica" y particular empeño de Rodriguez Zapatero por enfrentar a los españoles de bien, que solo aspiran a vivir reconciliados y dar por olvidadas sus heridas y recuerdos, desaparecerán con el ansiado cambio de Gobierno.

Conviene recordar que en democracia el poder está en el pueblo, y el nuestro, ya está demasiado cansado de mantener a tantos desaprensivos vividores que nada aportan, y alguno de ellos, se están llevando todo lo que pueden.

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