CAGIGAL DE LA VEGA Newspaper Del Pasado - Por el Conde San Juan de Jaruco Cubanos Ilustres en 1762 Rotas en 1726 las hostilidades con Inglaterra, el almirante Hocier trató al año siguiente de dar un fuerte golpe a la plaza de La Habana, en cuyo tiempo fué comisionado don José Antonio Gómez y Pérez de Bullones, como oficial de Milicias, para preparar la defensa de su pueblo natal Guanabacoa. Una vez hecha la paz, por sus acertados servicios y valentía de sus vecinos, obtuvo el futuro guerrillero “Pepe Antonio”, que Su Majestad concediese escudo de armas y erigiese en Villa, el antiguo pueblo de indios llamado Guanabacoa. Años después, en 1738, en tiempos que gobernaba esta Isla el teniente general Juan Francisco Güemes y Horcasitas (padre del inmortal habanero conde de Revilla-gigedo, virrey de México, desde 1789 al 94, nacido en el castillo de la Fuerza), volvió a estallar la guerra con Inglaterra, en cuyo tiempo fueron tan acertadas las disposiciones militares dictadas por este notable capitán general, que los ingleses fueron nuevamente rechazados en todas las agresiones que intentaron contra esta Isla. ___-El comodoro Brown fué alejado a balazos de las costas de La Habana, y el almirante Vernon, que desembarcó en la bahía de Guantánamo el 18 de julio de 1741 con cinco mil hombres, tuvo que retirarse después de haber sufrido grandes pérdidas por la destreza y valentía que desplegaron las tropas mandadas por el general Francisco Antonio Cagigal y de la Vega, (Hermano del marqués de Casa-Cagigal), gobernador de la plaza de Santiago de Cuba, y más tarde capitán general de Caracas, presidente de Venezuela, capitán general y gobernador de la isla de Cuba, desde 1747 hasta el 60, durante cuyo mando se concluyeron la circunvalación de las murallas y la batería de la Pastora, proyecto de la Cabaña, fundación de la iglesia de Jesús María y el establecimiento de las oficinas de Marina de la plaza de La Habana. Los comisarios y vecinos de Trinidad, Santiago de Cuba y Habana, se cubrieron de gloria en esta guerra, apresando a los ingleses cargamentos que representaban más de dos millones de pesos fuertes, y el valiente “Pepe Antonio”, al frente de sus milicianos, vigilaba en esa ocasión, las costas entre Bacuranao y Jaruco. Consta además, que cuando el capitán general Güemes y Horcasitas, trataba de poner coto a ciertos desmanes que realizaban los vecinos de Guanabacoa, contra las justicias ordinarias, nombraba a “Pepe Antonio” teniente a guerra de la referida Villa, para solucionar esos conflictos; y en otra ocasión, el propio gobernador, que ya lo había nombrado capitán de Milicias, lo comisionó para vigilar y regularizar la extracción de sal en “Punta de Hicacos y Cayo Sal”. Poco después obtuvo “Pepe Antonio” el grado de comandante de Milicias y los cargos de regidor del Ayuntamiento, alcalde ordinario y alcalde mayor provincial de la santa hermandad de la villa de Guanabacoa. Más tarde, gobernando la isla de Cuba el mariscal de campo Juan de Prado y Malleza, estalló de nuevo la guerra con Inglaterra el 2 de enero de 1762, presentándose frente a las costas de La Habana el 6 de junio del mismo, la escuadra británica compuesta por diecinueve navíos, dieciocho fragatas, chalupas y bombardas, y ciento cincuenta embarcaciones de transporte. Mandaba la expedición el teniente general Augusto Kappel, tercer conde de Albemarle, vizconde de Bury, con un ejército de catorce mil hombres, entre los cuales se encontraba su hermano el comodoro sir George Keppel, mariscal de campo. Los marinos venían bajo las órdenes del almirante George Pockock, caballero de la Orden del Baño, con una tripulación de mil ochocientos hombres. Durante el asedio inglés hicieron prodigios de valor varios cubanos que son figuras notables de nuestra Historia, entre ellos, don Luis Francisco Bassave y Espellosa, que siendo capitán del segundo escuadrón de caballería de Dragones, batió valerosamente al enemigo en las playas de Cojímar, ocasionándole grandes pérdidas. Los coroneles Laureano Chacón y Torres, |