Para Miguel. FLORESCENCIA Para el hombre que amo En el eco ojival de mi transparencia en tu recuerdo me diluyo... Mis húmedos surcos navegables afloran en el intermitente canto de tus deseos. Sumerges pistilos en mis labios abismales, produciendo capilares estertores me vuelvo tu cómplice y convulsiona mi cuerpo en tu lecho. En tus manos soy mar incontenible, horizontales anhelos, hembra previsible ante la presencia de innumerables goces. Mis secretos escondidos humedeces. Poro a poro se bañan mis fuegos seculares, tiemblo, grito, mareas sucesivas y salvajes repertorio de conjunciones fulminantes. Embates fragorosos, ¡gemidos! Incontrolables pulsaciones del conjuro procreador multiplicante. Ya sin quejas descanso en tu piel despejada de líquidas sorpresas. Tranquila, serena, iluminada.
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