Es la crisis..... la maldita crisis Anda este País, sometido a la mayor crisis económica que recuerda ningún mortal. Las cifras de paro son ya insostenibles, y la depresión económica y anímica campa a sus anchas por los campos de la Vieja España. Los que vendimos nuestra libertad, por un plato de lentejas, (léase un trabajo fijo con nómina), vemos como nos bajan el sueldo y nos suben los descuentos sin que podamos hacer nada por evitarlo y ya cuesta llegar a fin de mes. Pensando en esto me pregunto si nuestros antepasados en nuestra querida tierra habrían sufrido alguna vez una crisis como esta. Mucho me temo que no. Porque las cuadras estaban llenas de unas vacas roxas que daban leche y no hacía falta ir a comprarla al Udaco, ni tampoco yogures ni queso a las finas hierbas, pues la leche tiesta sabía mejor y era más sana. La vaca también daba un xatín al año, a veces culón que una vez vendido en la feria permitía abastecerse de aquellas cosas que que no se producían, tales como el aceite, el azúcar, la ropa y el calzado. El gallinero estaba lleno de unas gallinas ponedoras que todo el año garantizaban poder hacer una tortilla. En la cuadra, a parte de las vacas se criaban conejos que dada su fertilidad había que controlar la población. En las tierras se sembraba trigo y centeno que nos permitían hacer el pan nuestro de cada día. En otra cuadra siempre había, uno, dos y hasta tres cerdos, con perdón, que, por muy cruel que era la matanza, nos permitía tener la despensa llena, para el crudo invierno. En las tierras también se sembraba maíz y patatas y así aunque cayese una nevada de dos metros nadie iba a pasar hambre. En nuestros bosques, había madera en abundancia que hacía que las cocinas fumiasen a todas horas. Y el suelo lleno de castañas para el que quisiera cogerlas ¿Que ha ocurrido? ¿Que sería de nosotros si desapareciese la gasolina? ¿Que pasaría si nuestros mayores no cobrasen la pensión? ¿Tenemos gente en nuestras casas que pudiesen volver a sembrar trigo? Y sobre todo, seriamos capaces de ser un pueblo unido, solidario, como siempre lo fue Zardaín, en el que todos como una piña, se ayudasen unos a otros y nadie quedase excluido. Yo creo que sí. |