No porque el amor lo quiere VISITE: https://rma1987.blogspot.com No porque el amor lo quiere ni por más que este suplique es preciso que publique todo el daño que me hiciere; mas, si con ello pudiere daros algo de alegría, aquí va la vida mía; vida de desventurado, porque vivo enamorado y es Cupido quien me guía. Suelo pedir de su aliento los besos que ella respira para verme vuelto en ira al no darme ella contento; mas no me pesa el intento, que, dicho con sangre fría, aquí va la vida mía; vida de desventurado, porque vivo enamorado y es Cupido quien me guía. Suelo pedir de su frente los rayos que trae la aurora, y ella, que los atesora, lo niega cínicamente, mientras me mira, sonriente, y la mirada desvía, aquí va la vida mía; vida de desventurado, porque vivo enamorado y es Cupido quien me guía. Y le pido un bien pequeño que no suele regalarme, y yo insisto en empeñarme, e insiste ella en su empeño, cuando sus ojos son sueño y los míos son porfía, aquí va la vida mía; vida de desventurado, porque vivo enamorado y es Cupido quien me guía. Y, como es grata mujer, suelo mirarla a menudo, y, con mirarla no dudo que ella es buena de tener. Mas, si suele responder que ella nunca debería, aquí va la vida mía; vida de desventurado, porque vivo enamorado y es Cupido quien me guía. Insisto en que el riesgo es mío y ella que de dos replica, lo que mis sañas implica, viendo su gesto tan frío, pues habla con señorío sobre mi alta alevosía aquí va la vida mía; vida de desventurado, porque vivo enamorado y es Cupido quien me guía. 2009© José Ramón Muñiz Álvarez |